Apasionada del aprendizaje y del ser humano. Comencé mis estudios de Psicología gracias a esa pasión. Mi carrera profesional siempre ha estado vinculada a cómo aprendemos las personas y cómo enseñar y aprender mejor en cualquier ámbito: desde la empresa privada, como técnica de formación, hasta los centros y las instituciones educativas, como asesora pedagógica y de formación, pasando por la formación de adolescentes y jóvenes en escuelas-taller.
El contacto con los más jóvenes en mi trabajo como profesora de escuelas- taller me impulsó a volver de lleno al terreno de la educación, investigando y formándome en las llamadas «nuevas metodologías» que surgían alentadas por el auge de los medios digitales. Esos fueron los comienzos del blog, allá por el año 2012, ConTICycorazón: mi deseo por aprender y enseñar sobre el qué y el para qué de la Educación en los tiempos de la web 3.0 y la hiperconexión.
Unos años después tuve que abandonar ese bonito proyecto que con tanta ilusión comencé y que con gran sorpresa vi crecer y ser reconocido por personas que eran referentes para mí en el ámbito de la educación. La causa fue un proyecto profesional nuevo, un reto apasionante, pero también lo suficientemente absorbente como para no permitirme seguir publicando con la calidad y frecuencia que me hubiera gustado.
La vida, como decía Ortega y Gasset, está formada por un cúmulo de decisiones que vamos tomando y que conforman nuestra realidad.
Ser madre supuso, además, la revelación del maravilloso desarrollo que tiene lugar en nuestro cerebro desde que nacemos, y me determinó a seguir aprendiendo sobre neurociencia y educación.
Mucho aprendí a lo largo de este tiempo. Mi trabajo como asesora pedagógica me permitió conocer de forma extensa multitud de escenarios y realidades educativas complejas, diferentes y apasionantes.
Al poder vivirlo y analizarlo desde todas estas perspectivas me he dado cuenta de que ahora tengo una visión mucho más enriquecida y con muchos más matices acerca de lo que es el sistema educativo, y por ello, otra vez, cambié mi realidad y dejé todo para ser quien estaba llamada a ser: una maestra.
He cumplido mi sueño y actualmente ejerzo una profesión que siempre ha sido mi vocación y con la que puedo aunar y llevar a la práctica todo lo que he aprendido acerca de mis dos grandes pasiones: la enseñanza y el aprendizaje. Creo firmemente en la capacidad que tenemos las personas para mejorar, desarrollar nuestras capacidades y crecer como seres humanos durante toda la vida. Disfruto en el aula cada día poniendo todo esto en práctica, enseñando y “desaprendiendo” con mis alumnos. Enseñar es aprender. Desaprender es avanzar.
Agradezco que estés leyendo estas líneas, y si eres otro «vocacional» del enseñar y del aprender estaré encantada de compartir mis aprendizajes contigo y recibir tus comentarios y críticas constructivas.
«Cada vez que enseñes, enseña también a dudar de aquello que enseñas.»
JOSÉ Ortega y Gasset